Tuesday, August 14, 2007

Esquela 83: Dos amigos


Roystone Drenthe mira a través de los enormes ventanales. es una tarde de tormenta. tormenta de verano. Es confortable ver caer tanto agua mientras se está recogido en el hotel de concentración.


Por fin, alguien pica a la puerta. Roystone al principio ni se inmuta, está sumido en la inmensidad de la lluvia, en el chasquido de las gotas en el cristal. Roystone está ausente.

Han de volver a picar a la puerta, esta vez con más insistencia, para que el joven futbolista se percate de que hay alguien que le reclama. Consiguiendo salir ya del estado en que se encontraba sumido, Drenthe se vuelve hacia la puerta, da unos pasos sobre la moqueta de la habitación y abre.

Es Jeff Tweedy, su gran amigo, que ha venido expresamente desde Chicago para hablar con él.

- Jeff, cuánto tiempo, dame un abrazo!

- Ah, viejo amigo, veo que siguen atontándote las tormentas de verano... cualquiera diría que esto es Madrid, parece que en realidad no te hayas movido de holanda con este tiempo.

- Sí, es curioso, pasa, a migo mío, explícame, qué tal el viaje?

Roystone ofrece a Jeff tomar cualquier cosa que le apetezca del mueble bar. Empiezan por hablar de las giras que Tweedy tiene planeadas para esta temporada, de los críos, de la familia, de los amigos en común. Sin embargo, ambos saben para qué están allí. Jeff pronto aborda el tema por el que su amigo se siente tan confundido y angustiado, y por el cual, en realidad, Roystone le ha invitado a venir.

- Has empezado a entrenar con tus nuevos compañeros?

- Sí, pero aún no he logrado adaptarme del todo, en las sesiones preparatorias tocan menos de lo que pensaba el balón. Yo venía a españa porque creía en la filosofía de "mimar la pelota".

-Escucha, Roy, ya te dije que eso sólo lo hacían en Barcelona. No quiero ser duro contigo... pero porqué diablos te precipitaste? Sabes que en el Freyenoord todavía podías aprender algunas cosas... deberías haber crecido un poco más allí. después deberías haber saltado a Barcelona... Esa gente es buena... y el ambiente en la ciudad también está muy bien, deberías haber visto a los lugareños...cuando toqué en el Primavera Sound se entregaron y disfrutaron con mi presencia en el escenario. En Madrid nunca me ha pasado lo mismo. Creo que en el fútbol es igual.

-Vaya, tweedy, no sé, me esperaba que me dieras ánimos por haber decidido empezar en Madrid, un amigo está para apoyar en los momentos difíciles y en las decisiones delicadas.

-Lo sé roy... pero tu mismo declaraste que el Barcelona era tu equipo preferido... sabías que le interesabas también a ese club... quizá no a corto plazo, pero sí a medio... ¿qué es lo que ha pasado, Roy? siempre te habías quejado de los mercenarios en tu profesión... y ahora parece que actúas como ellos. Sé que estoy siendo duro, pero ya sabes qué opino de las relaciones entre amigos. Prefiero la sinceridad a la hipocresía de un apoyo que no tengo porqué ofrecerte, dado que aún puedes cambiar las cosas...



Hay un silencio de varios segundos... el teléfono interrumpe la calma y la reflexión. Royston descuelga el auricular. Desaparece del salón. Jeff sabe que quien llama es Calderón, pero no se concentra en la conversación. "Que cada uno juegue sus cartas limpiamente", se dice.

Pero Ramón Calderón nunca juega limpio. Parece que Jeff no conoce del todo al mandamás del Real Madrid. No es algo reprochable en absoluto... él es una estrella del rock estadounidense que sencillamente quiere aconsejar a su amigo. No tiene porqué estar empapado de la liga española de fútbol.

Roy aparece de nuevo en el salón, colgando el teléfono inalámbrico.

- Qué tal?- Pregunta Jeff.

- Ramón es un bocazas, amigo. Me acaba de decir que si ganamos la liga me compra Holanda entera y me la regala.

(risas de los dos amigos)

Jeff habla:

- El otro día le vi en las noticias... cómo puede combinar una americana azul marino de corte clásico con unos pantalones salmón en pleno verano?

- Ese hijo de puta está loco, sabes, jeff, quizá he hecho mal accediendo a jugar aquí. Quizá no ha sido la decisión correcta.

(hay un silencio que Jeff no se decide a romper, de repente Roy sonríe mientras apunta con los ojos al suelo)

Roy dice: -"decisión, correcta, decisión correcta"...¿Recuerdas cuando tuve que tomar la "decisión" más importante de mi vida...quizá me equivoqué... Recuerdas aquellos veranos que pasábamos en Chicago?

- Cómo los voya olvidar, amigo, la crema de cacahuetes de tu madre estaba asquerosa, y quizá por ese motivo recuerdo tan bien aquellos condenados veranos.

- Oh, recuerdas cuando me enseñaste a grindar, a hacer nosegrabs y otros tipos de grapas en el skate park?

-Amén, Roy, amén, aprendías rápido como un diablillo... tenías muchísimo talento. Pero eso ya es agua pasada... no? Mírate, en el fútbol también has demostrado muy buenas maneras... estás en la élite.

- No, Jeff, aún recuerdo perfectamente el día en que el representante del sponsor Oniric, Jameson Watts, me ofreció esponsorizarme en los torneos más importantes del EEUU... recuerdas que para entonces, en Europa también el Freyenoord se había fijado en mí, no? recuerdas cómo dudé, entre el fútbol y el skate?... Recuerdas cómo te pedí consejo acerca de cual era el camino que debía elegir?

- Claro que lo recuerdo, Roy, fue difícil para mí.

- Sí, éramos inseparables, todos los veranos que hemos pasado han sido increíbles, verdad...? Sin embargo, tçú me aconsejaste que me dedicara al futbol, aún sabiendo que eso iba a a perjudicar nuestra amistad, aún sabiendo que de fichar por el Freyenoord no nos íbamos a poder ver tan a menudo. Tú creíste en mi por encima de nuestra amistad, y ahora he llegado hasta aquí...

(silencio, solo el relajante chasquido de las gotas contra la vidriera se dilucida en un momento que parece de postal. Dos figuras a contraluz, una sentada en un sofa inclinada hacia delante, mirando el vaso de whisky que sostiene entre las manos. Ese es jeff. Roy, esta de pié, dando la espalda a la ventana y frente a jeff. En la mano tiene un aquarios).

- Jeff, yo te hice caso muy a mi pesar y al tuyo, pero ahora no me puedo quejar, lo tengo todo, y nuestra amistad, ha sobrevivido, aunque ya no pasemos aquellos atardeceres sentados sobre la rama del nogal del jardín de la señorita Weir. Ambos creímos en las circunstancias de la vida, más que en amor propio de nuestra amistad, que en esos momentos podía nublar nuestra capacidad para elegir la opción más adecuada objetivamente...Y gracias a dios, todo ha salido bien. ¿Cómo quieres, entonces, que no te haga caso ahora?

(jeff sonríe)

-En la proxima canción, voy a hablar de ti, Roy.


Roy dejó plantado a Ramón Calderón a la semana siguiente y se marchó a jugar a la Premier League, en donde triunfó los 10 años siguientes. Después de colgar las botas, creó en Chicago la escuela de skate "Roy decissions", de la cual actualmente es un profesor más.
Actualmente se le puede ver en los conciertos de Jeff Tweedy y el grupo Wilco. Aparece de vez en cuando tocando los bongos.

2 comments:

Carla said...

no....no era analfa...aunque a veces el analfabetismo también conquista corazones.

Jeff es tan sabio....es guai esta historia, qué grandes amigos.

A ver si os veo hoy en las fiestas de gracia, ¿no? llamadme...a la hora de cenar ya estaremos por allí. dile al cuellar que me llame si eso. Necesito alcohol y fiesta intravenosa para recuperarme

Anonymous said...

Haciendo nosegrabs en la tabla de surf, Roy también conoció otras cosas más allá del asfalto y el césped inglés...

REALmente, Calderón nació para mafioso secundario asesinado por el emergente protagonista.

Tupeudo.