Friday, July 07, 2006

Esquela 25: Antes de veranear

Esta vuelve a ser una carta dirigida a una carne y un hueso. Más hueso que carne. Porque eso es lo que eres para mí, un hueso, o una espina clavada en mi corazoncito de amateur.

El tiempo nos mata, y nos hace pedazos. Empieza por nuestros dedos, y acaba por nuestras últimas convicciones.

El tiempo me ha impedido encabezonarme por ti. Me ha impedido enamorarme a distancia, o escribirte versos cansinos que rezuman erotismo y magia.
El tiempo no me ha dejado vivir más de la cuenta.
Y esque el tiempo, más que matar, nos hace malvivir.

Ha sepultado todas mis locuras una a una...y las que sepultará bajo el manto de la indiferencia que tan bien sabe lucir.

Hay dos motivos por los que no te he incitado a conquistar la luna.
Uno de ellos, es que probablemente no hubieras aceptado. Claro, no me quieres para lo que yo te quiero.

El segundo motivo, que es el que más me jode, es que a medida que han ido pasando los días ha ido perdiendo gracia la idea de acostarme contigo. Y es triste, y es miserable, que sea yo mismo el que decida que no quiero vivir más y mejor de la cuenta.

Es una pena que no le pida explicaciones ya al cielo, y que no sea aquél muchachito rebelde que escupía al sol.

Parece que me sienta bien el morirme sentado en la poltrona. Nunca la insatisfacción había representado tan poco para mí.

Sabes, voy ser directo y conciso por última vez: Ese libro solo era una tontería más para escalar hacia el último capricho de mi vida universitaria. Porque no eras más que eso, y no me diste la opción de verte de otro modo.

¿Te recordaré? No lo sé. A quién sí que recordaré es a aquella chica de ojos neeeeegros, graaaaaandes y mirada esquiva. Parecía tan y tan dulce. Ella era como una especie de epígrafe de mi vida. Todo lo que yo podría haber sido estaba en ella. Pero nunca tuve valor de darle una sola palabra. Una sola pista... es curioso.

Y me hace gracia, sin duda, acordarme de ella como mi mayor asunto pendiente. Es bonito tener un pensamiento de ese tipo, y encarnarlo en alguien realmente especial, como fue ella. Quizás me imaginé más de lo que debía, la idealicé en exceso y la puse en un pedestal...y qué más me dá. ella miesma era la pequeña chispa que avivaba mis esperanzas más íntimas... fue la única que me hizo creer que existían motivos detrás de los destinos. Que si yo la había conocido y ella a mí, era por alguna razón.

Pero fallé!

No comments: