Pienso en cinta, me embarazo en cinta. Pienso que debo tener
algo que ofrecer. Me encinto. Pido con fuerza a mi ano, que se deje de honor
tejano. Que si tengo que tener un hijo, lo tendré por recto, por esfínter y de
estómago. Menstruo psicológicamente, y estas letras son viscosas como la bilis
misma de mi poesía. Si alguna vez hubo algo, está claro que ya no lo hay,
pienso. Mi ano tose como una abuela
octogenaria. El deber me puede, el orgullo me llaga trasero. En mi bilis me recreo,
me desparramo en mi desespero. Se me pegan los dedos, los unos con los
otros, a razón del flujo viscoso que se reseca al sol. Mi ano
arde, picante. Muy picante. Tabasco, mi culo es una fuente incontrolable de
tabasco por la que muchos pagarían una fortuna. ¿Pero qué obtengo yo con este
pensamiento en cinta, este órdago que lanzo contra mi propio techo? Las paredes
se han cansado de generar jugo gástrico para digerir tanta estupidez; ahora
solo queda bilis por culpa del deber.
Monday, June 30, 2014
Thursday, June 26, 2014
Implacable
Otro concierto más. La pereza rondándote el cuello, apretándote
el pecho. La angustia hace tiempo que
perdió su poder de convicción. O eso, o tu piel se ha vuelto más correosa aún.
No lo sabes, ni tampoco lo quieres saber. El tiempo pasa, pero pasa congelado.
Las mismas, caras, los mismos gestos. Ya lo habrás oído alguna vez. Todos vamos
en busca del cambio. Yo pensé que acababa de encontrar uno importante. Quizá sí
que he dado con él. Porque me empeño en dar con él, o en que sea importante. Pero
¿a caso lo importante no debería venir dado? ¿Lo verdaderamente importante no
golpea duro? Cuando tú haces el esfuerzo mental de que algo sea importante, es
que no es tan importante. Respirar no se piensa, follar tampoco. Cagar, comer,
moquear. La cruzada de la amistad tampoco se traza sobre un itinerario marcado,
pero existe. La del amor me dijeron que también. En ese caso, ¿porqué ni
siquiera voy dando tumbos?
Friday, June 20, 2014
Ni cuando uno se conforma
Ladrones. Ladrones de
almas a los que intento voltear con mi estómago. La verdad es que hay quien ha perdido el hilo de la vida. Una cabeza de haba sumamente amargada, y una
TPXA que roza los porqués fatales de su
sino. Yo en medio. Lanzan bombas y a mi me pilla el fuego cruzado. Llevo 4 años
en el mismo lugar, renunciando a jugarme la vida y dejar huella sobre mi propio
espíritu. Si me he quedado aquí, es porque me he rendido. Y como tío que se
rinde, quiero a cambio la calma de la resignación. La tranquilidad del
conformista. No pido mucho, no? Pues va y este par la hace saltar por los
aires. Ya ni en los lugares viciados y estancos uno puede estar tranquilo. La
verdad es que es dificil vivir incluso rendido: Si lo sé, lucho.
Friday, June 13, 2014
Revisión de un pasado turbio
Didac, perro
babeante, chuta fuerte, golea. Clava el balón por la escuadra de la puerta del
parking.
Didac grita
como el retrasado mental que es: “Yavéh, obradoiro!” Es mentira, no grita eso,
grita “Abreu”, y no lo grita cuando mete gol, lo grita cuando fallo yo. Se ve
que Abreu falló un gol cantado y claro, le colgaron el sambenito de fallagolescantados.
Verdad o consecuencia de la verdad, es que a didac le gustaba enseñarnos su polla
y leernos relatos eróticos. Ya lo he explicado alguna vez. Didac era nervudo,
un joven retrasado pero con nervio. De carne correosa. Ahora sin embargo, él
solo llena un bar. Porque está gordo como una morsa. Está orondo, rollizo. Está descomunal, que digamos. Y esos montones blanquecinos de baba que se le
acumulaban en las comisuras de los labios, ahora son más bien fuentes de
espuma. Espuma fontaines, vaya. Dicho así suena incluso a bello accidente
fisiológico. Pero bueno, yo no lo veo así. Lo veo más como un despropósito de
una natura que va a contra natura. Aún
recuerdo su polla de pértiga. Polla espada, que le apodó el Miguelón, el gordo Miguelón.
Siempre ha estado gordo Miguelón. A mi si me viene un tete que lleva toda su
puta vida gordo, pues me creo lo que me dice joder… ahora, si me viene un flaco
que ha sido la gran parte de su vida gordo, no me fío de el ni que me paguen. Miguelón
era un gordo ágil. Quizás por haber sido siempre gordo, por haber convivido
toda su vida con esa gordura, el ser ágil no le supuso un esfuerzo enorme.
Porque al fin y al cabo, competimos contra lo que una vez tuvimos nosotros
mismos. No contra lo que tuvieron los demás. Miguelón era un buen amigo, pero fue expulsado
del grupo inmisericordemente por abusar de su mirada de cordero degollado y ser
gordo. Los del grupo, debatimos acerca del tema asambleariamente primeramente y luego lo sometimos a votación, como jóvenes de hoy, tolerantes y
modernos. Todos votamos a favor de que el gordo de miguelón fuera expulsado del
grupo, convirtiendo así sus venideros veranos en una suerte de horrible exilio,
en un itinerante ir y venir en soledad, en un danzar huérfano entre los setos de las comunidades del dichoso Calafell Playa. Ese gordo perdió su alma poco a poco. A
pesar de seguir obeso, su alma se fue desinflando ante nuestros ojos. Fuimos
nosotros quienes lo permitimos. Quienes dejamos que aquello sucediera. Así de
oscuras brillaban nuestras almas cada atardecer allí en la urba.
La acritud de saberse muerto en vida
Calvas oscilantes. La
acritud de saberse muerto en vida. Como cuando se fuerza una maquina cuyo fin,
cuyo propósito, es, cuanto menos, difuso.
Veo a TPXIXA
especialmente irritante, hoy. O es que yo estoy sumamente irritable. No sé, la bolera con marina me viene a la
cabeza. Una noche, la de fin de año, estábamos borrachos y me pidió varias
veces que la follara. Mientras me lo pedía babeaba. No se daba cuenta. Acababa
de salir de vomitar el lavabo. No me excitó la estampa, precisamente. Menos mal
que los amigos están para esas situaciones, y el entrañable cuello ancho sació
su necesidad dándole polla a cuatro patas. ¿Cuánto hace de eso ya? a saber. Esa
puta bolera… Pero un recuerdo más difuso y mágico es el de Manel colándonos en
la Mallola el verano antes de que empezara el primer curso de nuestras vidas en
ese instituto. Su madre trabajaba allí limpiando. Fue fácil colarse. Después,
en aquellos lavabos soñé con descoyuntar a alguna descuidada. A alguna nena
descuidada digo, encarnando la furia de diez mil dioses en mi rabo. Pero no
pudo ser. Benditas expectativas, que cocidas a fuego lento se convierten en el
perfume imborrable que acompaña a uno hasta el día de su muerte. LA
experiencia, dilatada en un tiempo en donde las preocupaciones se pueden abrir
en canal, donde se puede sondear cada rincón de tu propio temor. Donde tienes
la pausa en la mano. Sí, es goteo constante pero suave, de estímulos que de
verdad merecían la pena. Estímulos vivos, lejos de las luces en RGB. Esa capacidad
de analizar por las tardes de las tardes. La ausencia de grandes objetivos de “grandes
culturas”. El perpetuo descubrimiento de tus propias entrañas, atizarte
fuerte en el culo, dolerte a ti mismo
sin que te duela nada por los demás. Cuanto hace qué no siento el dolor que yo
mismo me pueda infundir. Cuanto he pasado a depender de las expectativas extranjeras,
el ser para los demás. Y aquí, como resultado, estoy.
Thursday, June 05, 2014
Porminoriced Soggers
“Soggers como misiles
ultramarinos”. Así las describieron los
primeros científicos que pudieron observar el extraño fenómeno.
Sí, eran suegras catapultadas hacia el infinito, desde el
fondo del océano. Desde las profundidades marinas, alcanzaban velocidades
endiabladas. Algunas de ellas reventaban los cascos de los titánicos cargueros
que cruzaban la helada Antártida. Suegras marinas de potencia descomunal, que
en algunos casos, emergían a la superficie espectacularmente, como si de
meteoritos de tratara, pero a la inversa.
En el antiguo testamento, por fin cobró sentido el parágrafo
en que se aludía a aquel extraño prodigio de la naturaleza. En ese caso, parece
que varias de ellas emergieron en un intervalo muy corto de tiempo.
“Suegras de dios, de abajo arriba, en busca del infinito,
portan las almas de los que nos quedamos rezagados, para hacer entrega de ellas
al firmamento que decidirá inmisericordemente si nos ganamos la eternidad o una
vida sencilla más.”
Wednesday, June 04, 2014
En busca de la pausa
Conforme ha ido pasando mi vida, me he dado cuenta de algo. Y
ese algo es que definitivamente, me hubiera gustado vivir algo más relajado, un
poco más aislado del constante bombardeo informativo al que me veo sometido. Me
hubiera gustado poderme cubrir un poco más frente a la gigantesca cascada de estímulos
que azotan mis sentidos. En otro momento, otro lugar, quizás podría haber
creído más en mis posibilidades. Si no hubiera visto tantos destellos de
calidad en cada rincón del mundo y no me hubieran llegado tantas buenas ideas
que han tenido los demás, quizás hubiera confiado más en mi talento, y en alcanzar
unos objetivos más elevados de los que ahora me marco. Quizás me hubiera dejado
llevar por mis corazonadas, creyéndome valedor de mis razones. Pero no, allí
donde apunto, ya hay alguien que ha disparado. Y eso desgasta y mina, también a
los soñadores como yo. Este mundo en que somos tantos y además cada vez nos
exhibimos con más facilidad, es un buen mundo para los que se conforman con
observar, pero muy frustrante para los que querríamos generar contenidos originales.
Aunque pensándolo detenidamente, no es solo la cantidad de buenas ideas la que
me echa atrás, si no la gran aceptación que tiene para la gran mayoría de la
masa social la basura que también se
crea por el camino. No solo son las
obras buenas, también la mierda. No es solo el acto de la creación en sí, son
también los criterios de valoración que usa la gente. Demasiado de todo.
Empezando por demasiada gente. Falta de pausa, reflexión, acopio de energía y
confianza en uno mismo.
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