Monday, October 27, 2014

Anoréxicos bloggers gays


Anoréxico y gay. Mal. No debes ser anoréxico. Puedes ser gay. Me caen mal los gays anoréxicos, siempre que se hayan metido la enfermedad en vena a través de su entrega a la moda, a través de su entrega al mundo de la farándula y de la fama, que sustenta cánones de belleza tan asquerosos. Gays trendys  bloggers anoréxicos, mira, mejor os quedáis en vuestra puta casa. Sois unos derrotados de la vida, y vuestra manifestación no hacen más que convertir en derrotados a los demás.

Friday, October 24, 2014

Vampiro o víctima dependiendo de quien se acerque


Entre la pena de quién no siente ni para bien ni para mal. Entre quienes tienen la carcasa metálica, el estuche soñado, Entre aquellos que obviaron el contenido para agasajar el continente. Los días de playa y sol, la entrega hacia el furor de las olas, su sonido chapoteando en mis oídos. Los cálculos de la renta variable. La inestabilidad gubernamental, el trabajo menos emocional de mi vida. Y tú, aún, un poco más lejos, tú.

Hay una pasarela que lleva al mar, pero que no tiene barcas. Una especie de altar que parece reclamar mi presencia. El horizonte, es exactamente como lo imaginas: liso y azul. Tan abierto que se percibe la curvatura de la tierra. El paso de lo terrenal a lo espiritual, sólo se puede conseguir por la vía rápida si tienes una buena moto de agua. Eso por lo menos es lo que hubiera pensado 10 años atrás. Ahora no estoy seguro ni siquiera de eso. Nadie demuestra nada. De los de toda la vida, solo unos pocos merecen la pena. Los otros viene n y van, como brisas otoñales que no hacen más que recoger hojarasca muerta, sabe dios para qué. La rescatan para volver a colocarla en otro lugar en una especie de danza ritual sin sentido.

En mi terraza hay unas cuantas plantas. No te creas que cuando las miro no guardo un espacio para ti. Para nuestra realidad alternativa, donde vemos cómo van ganando terreno  a las baldosas.  Cómo los dinteles se van ennegreciendo, cómo las tardes apoyan tus vestidos en nuestra cama, cómo adquiero el vehículo necesario, y cómo ols reflejos en los cristales de los rascacielos se vuelven parte habitual del día a día. Tú miras la hora, yo preparo el almuerzo, la televisión sigue encendida, y el sol, probablemente nos observa con cariño cada vez que ilumina nuestro pequeño ático...

No, no te creas que cuando las miro no guardo ese espacio.

Thursday, October 16, 2014

Estrellas de octubre


Dime, le dije, dime que nuca habrá una puerta entre nosotros que se cierre definitivamente. Dime que podremos saltar por la ventana, dime que habrá un tejado común, una lanzadera secreta para nosotros dos. Dime que estás tan segura como yo, de que no hay nada seguro. Dime que tengo derecho a soñar contigo, dime que después de todo, hemos ganado algo maravilloso. Dime que aunque suene a mariconada, miras las estrellas y piensas en mi, que en tus tiempos muertos te acuerdas, igual que yo, de instantes que te desbordan la emoción. Dime que tengo derecho a hacer algo más que limitarme a recordar.  

Nos hemos dado cuenta de que vida solo hay una. Y eso nos ha llenado de miedos. El tiempo se clava en la piel, y decidir nunca se me ha dado bien.  Menos aún borrar algo que es mío. Pero sentirme legitimado a relamerme en lo que me has regalado, me cuesta mucho si no estás cerca. No puedo, aún retengo la intensidad de tu presencia. De tu olor. A veces se hace muy cuesta arriba todo. Deja que piense que puedes disfrutar también sola. Dame permiso para imaginar que vuelves aquí después de un largo camino. Déjame fantasear con la idea de que nunca en realidad te he perdido. Que en el fondo los dos tiramos de manual. Que sabemos que siempre va a continuar ahí esa ventana, o esa puerta que nunca se cierra del todo. Conseguí tenerte como alguien con quien no había una sola barrera. Con quien me podía vaciar. Con quien me acerqué al valor absoluto en una suerte de unión.

Claro que te quise, coño.

 

 

Wednesday, October 15, 2014

El sonido sordo de pegarte contra el suelo


Tienes un paquete de cigarrillos aunque no fumas. Lo llevas a menudo encima. La última vez que te lo olvidaste en mi casa, ya no regresarías a por él.  Lo supe desde el primer momento. Sacrifiqué todo lo nuestro para desangrarme letra a letra. Para esto que está sucediendo. Para recibir un golpe en el estómago que me recuerda que estoy vivo. Sigo siendo así de estúpido.  Hay destinos, como Belfast, que han incidido sobremanera en mi manera de actuar. Debería pensar en  cambiar mi estrategia. Debería pensar en dejar de pensar. Debería pensar en ignorar mi cabeza. Sí, quizás debería encontrar otro destino que me duela. Pero de otra manera.

Tuesday, October 14, 2014

Ya no tengo 23


En la banda, los chicos van a la suya. Siguen unos caminos que no comparto. Yo, me quedo más solo que nunca. Es algo que nunca me había importado. Me gusta la soledad. Pero nunca me había entusiasmado tan poco. Me esperaba otra cosa, hoy que me la vuelvo a encontrar. Sigo echando de menos muchísimas cosas. No tengo tiempo para emplearme a fondo  en asuntos que no me emocionan. La música, cuál es el cometido de la música, si no es otro que emocionar? Qué hago yo ahí si ni siquiera logro erizar mi piel con nuestras propias canciones. Siempre deseé tener un grupo, ir de sala en sala para desplegar mis temas, mis canciones… Ahora me encuentro luciendo algo que no es mío. Tenía tanto que decir, tanto que demostrar, y resulta que cuando estoy a las puertas nadie valora absolutamente nada de el camino que hemos recorrido. Y para colmo, si alguien ha creído en mí, voy y lo aparto de mi vida. No me imagino cuán duros pueden ser los días ahora. Las dudas permanecen, no se disipan tan fácilmente. Quizás he cambiado lo único que no debía cambiar.

Monday, October 13, 2014

Desde el vértigo de la decisión


Este dolor que se ancla y no se va. Nunca antes lo había sentido. Aún sin música lo puedo reconocer. Puedo recordar muchas cosas, muchísimas de las que compartimos cuando estábamos juntos. Y ahora que todo es tan reciente, siento la necesidad de inmortalizarlas una a una, lleno de tristeza.

Por ejemplo, cuando fuimos al teatro, nuestra última aventura, allí en el lliure de gracia, la botella de cava que bebimos después, o el restaurante argentino al que fuimos antes. Las salidas con Carla y Juju reventando la madrugada, tú abrazándome fuerte, haciéndome saber que siempre ibas a estar ahí. Las promesas que me hiciste. No dudé en ningún momento de que no fueras capaz de cumplirlas. Las plantas… cada vez que veías una en un escaparate te detenías valorando si quedaría bien o no en mi, nuestra, terraza. Recuerdo muchas cosas que no tienen demasiada importancia. Los momentos en el sofá, fumando maría. O tú liándote los porros detrás de la barra, sigilosa. También otros momentos mucho más elaborados y realmente especiales. Como el día de mi cumpleaños, cuando me regalaste todas aquellas cosas. Todas, absolutamente todas, hablaban de mí. El dibujo que me hiciste se me sigue clavando en el corazón cada vez que lo veo o lo pienso. Toda esa ilusión y talento colocados en un papel del tamaño de un LP. Cuando cantabas, lo bien que lo hacías y cuánto te costaba siempre que te lo pedía. Cuando saltabas encima de mí o me pedías besos, cuando cocinabas para mí o íbamos a cenar y estudiabas detenidamente todas las cartas de los restoráns. O cuando íbamos al cine, o cuando te quebajas de esto y de aquello con tu gracia natural. Yo siempre quise quererte. Lo juro. Siempre quise quererte muchísimo, y el cariño que siento ahora mismo es mayor de lo que nunca hubiera imaginado. No puedo imaginar no volver a saber más de ti. Pero entiendo que no tenga derecho a destruir tu letargo, tu voluntaria desaparición, si no es para recuperarte y volverte a colocar allí donde estabas. Debo esperar aunque a mi también me reviente por dentro. Me siento exhausto y vacío. Ayer lloré como un gilipollas en la cama. Lloré, y sollocé, me sorprendí  gimiendo como un mariconazo, con la nariz llena de mocos, aparentando mi cara contra la almohada y pidiéndote perdón, diciendote que lo sentía. No me imaginaba esta clase de dolor. No me imaginaba esta sensación que tengo ahora que escribo. Nunca antes había perdido una parte tan importante de mí. Y maldigo toda la sinrazón que me lleva a no poder quererte como te mereces siendo mi pareja, pero a echarte tanto de menos ahora que ya no lo eres. Maldigo la sinrazón de  no enamorarme de ti con locura y tener claro que quiero pasar el resto de mi vida contigo, y a la vez no poder hacerme a la idea de no abrazarte o compartir mis victorias, mis historias contigo antes que con nadie, para que tú hagas lo mismo conmigo. Noté todo tu calor, todo tu apoyo como nunca lo había sentido de nadie. Noté cómo te esforzabas por salvar todo lo nuestro día tras día. Nunca me había sentido así de querido. Y yo voy y te lo agradezco así. Debes pensar que soy un desgraciado, un monstruo, o qué se yo. Quizás aún no encuentras explicación. Yo tampoco, y mira que la busco. Te he cambiado todo lo que tenías en la cabeza de un día para otro. Contabas conmigo para todos tus pormenores, y ahora por inercia, aún de tu corazón debe seguir brotando esa sensación. Pero tu cabeza, acto seguido, te dice que no estoy, y entonces sientes esa punzada en el estómago, y el dolor en los ojos. A ti también te pasa, no?

Han sido muchísimas cosas. Y sabemos que todo va a ir bien y que vas a encontrar tu lugar. Me gusta pensar que puede que yo te haya ayudado un poco en tu camino. Desde luego tú a mí me has enseñado cosas que nadie nunca me había regalado. Ayer por la noche me dí cuenta mientras lloraba como un memo. Me enseñaste esta increíble forma de dolor y el valor del tiempo que hemos estado juntos; Ésta forma de sentirse vivo y agradecido de haber dado contigo.  Lo único que quiero ahora mismo, lo que deseo, es que no te arrepientas para nada de lo que hemos vivido, que te sirva para avanzar y que encuentres la felicidad  en cualquiera de sus formas. No mereces menos. Estás cargada de sueños y debes dispararlos bien alto para convertirlos en realidad. Y debes hacerlo por ti misma. Eso es lo que deseo, que sigas disfrutando de lo que te viene encima, que no es poco. Estás preparada para tener una vida mucho más intensa que la que has tenido hasta ahora. Y puestos a pedir, yo quiero ser, de un modo u otro, partícipe de ella.

Friday, October 10, 2014

Brilistupid head


Hay algo en la mirada que tienes ahora mismo,

Dice el calvo. Entonces yo con una soltura impresionante, le escupo en la cabeza. Sé que en ese momento, si hubiera sonado una música, hubiera sido muy pretty smooth flying. Algo que muy pocos directores entenderían. Él, por ejemplo, no lo entendería. No está preparado para recibir cosas nuevas. Está cerrado como el coño de una monja. Cerrado y acartonado. A ese cabrón le agarro fuerte con la mano de los carrillos, se los aprieto y sus morros se contraen. Entonces le escupo en la boca. El cierra sus ojos, balbucea alguna cosa. Él, tan elegante, tan correcto, tan protegido, tan conformado. Ese hijo de puta al que no le importa ver como se anquilosa la fuerza de la juventud de sus subordinados.

Un coño oxidado tiene el derecho a volverse a ilusionar y remojar sus paredes. Él, debería tener el deber de lubricar sus recursos. Pero no. Todo está bien así. Almacenando En el cuarto del olvido todo lo que se pueda almacenar.

Tuesday, October 07, 2014

Octubre bajado


 

En octubre, esta vez la velocidad difumina de modo irreconocible todo lo que veo. Me parece percibir el saludo del Delatorre, el olor agrio de la gorra de les estades que me he colocado cada año desde que regresé del pueblo donde se celebraron. Actualmente me siento cansado, me sudan los pies, mis dientes tienen manchas marrones. Oigo menos de un oído que de otro, se me cae el pelo abundantemente. Mi apetito sexual disminuye cada día.  Esta vez, como decía, las caras se difuminan más que nunca. No vibro apenas al escuchar los temas que me hicieron llorar hace años, que me hicieron soñar, que provocaron que me entregara a la música en una suerte de juego acrobático, en un cortejo plagado de piruetas hermosas. Ahora soy ese gimnasta que toca el fin de su carrera. Sus herramientas, insustituibles, empiezan a  fallar y nunca van a regresar. La lucidez es lo poco que le queda, y duda de si eso es bueno. Ver cómo la gente tiene miedo conforme se hace mayor. Ver cómo tratan de sortear sus complejos pero siempre acaban reventando contra ellos. Notarnos en caída libre, sentir a mi lado a todos aquellos que se han cruzado en mi vida, notarles esquivar las evidencias. Pero en este declive  inexorable, la única salida que hay es dejar que el cansancio te venza. No por tratar de postergar algo que irremediablemente sucederá, vamos a conseguir nada. Somos como animales enjaulados, sí, arrinconados en una esquina de nuestra celda, esperando nuestro turno, amontonados… viendo como una mano gigante se nos va llevando a quién sabe dónde. Y gente que me ha ignorado, gente que no ha creído en mí, también tiene miedo. Somos iguales, como dije una vez. El punto más democrático de la existencia es su inicio, pero también su final.