Las cosas más sencillas
se han confabulado sorprendentemente y al fin el tiempo a dejado de importar.
Hacía un huevo que no me pesaba eso de quedarme tirado en el sofá sin hacer
nada. Claro, esta vez andaba contigo.
Desde luego, este
último fin de semana la peor droga me ha colocado muy fuerte. No he tenido
ganas de hacer nada más que estar desparramado y pegado a ti.
Después hemos jugado
a algunos videojuegos y has conseguido abrir un agujero en el polvo que atraganta
mis pensamientos más lúcidos. Al final de tu disparo, he visto mis propios
miedos huir despavoridos. Tras tanto tiempo, soy yo, quien con tu ayuda,
les envía a tomar por culo.
Cuántas veces nos habremos
asomado a Barcelona, cuántas veces habremos lanzado nuestras ilusiones desde la
terraza -- cada cuál las suyas--, haciéndolas rebotar por encima de un anárquico manto de edificios hasta
verlas abrirse en el mar.
Y vamos a ir ahora,
después de casi un año, a encontrarnos.
Después de todo este
tiempo pensándonos a medias, me la ha sudado al fin dejarme caer y romperme
delante de ti.
Permíteme
disfrutarlo un poco más. O disfrutarte en todas tus formas, tú que tienes
tantos giros ocultos y eres sorprendentemente indescifrable a pesar de tu luz.
Qué rareza; tantas
ganas, tanto corazón, tanto cachondeo… expresadas en un código tan alejado de
mi. Poco a poco lo voy entendiendo,
porque tú me vas dejando-te vas dejando, y me voy haciendo adicto a esos
jeroglíficos que además, me van revelando una humanidad que ya me había cansado
de perseguir.
Joder, te
necesitaba.
-->
No comments:
Post a Comment