A veces, tú mismo puedes elegir cómo te va a sentar el día.
Has de resolver varios problemas. Imprevistos amenudo, compromisos establecidos de antemano en otras ocasiones. En definitiva, situaciones a las que te has de sobreponer.
A veces, hay días que vienen cargaditos de estos contractuales.
Son pequeños exámenes. Es mejor tomárselo así. Salir adelante solventándolos es lo mejor que puedes hacer.
Has de tratar de mirarlo con optimismo. Detrás de un día horrible hay una recompensa si lo solucionas esforzándote. Eso solo es un premio, el sacarlo adelante todo. El tener la ambición de intentarlo.
Hacerse el derrotado no funciona; por lo menos con las pequeñas cosa de la vida, que suelen ser los grades retos del día a día. En lo terrenal no ha de haber lugar para la duda. el victimismo pertenece a la parte más espiritual de la persona. Es allí donde a veces se puede transformar en arte.
Hay algunas cosas que he de resolver esta semana y que sí; no me dejan dormir tranquilo conforme se ciernen sobre mí. Pero son cosas que hago porque quiero y porque me sirven. Y hay pocas sensaciones mejores que hacer cosas que te sirvan.
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